En la actualidad, hasta nueve de cada diez personas respiran aire contaminado, lo que provoca unos 7 millones de muertes prematuras al año, de las cuales 600.000 son de niños.
Si no actuamos con decisión, esta cifra podría duplicarse para 2050.
Al igual que muchos males sociales, la contaminación atmosférica refleja las desigualdades mundiales, ya que la mayoría de las muertes relacionadas con la contaminación atmosférica se producen en los países de ingreso bajo y mediano, y en los barrios más pobres de las naciones más ricas.
La pobreza obliga a las personas a vivir cerca de fuentes de contaminación, como fábricas y carreteras.
La pobreza hace que 3.000 millones de personas sigan quemando combustibles sólidos o queroseno para cocinar y para la calefacción y el alumbrado.
La contaminación que está dañando nuestra salud también está contribuyendo a la crisis climática.
Pero la contaminación atmosférica tiene solución.
En el Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul, exhorto a todos los países a que hagan más por mejorar la calidad del aire.
Con un mejor control se pueden determinar cuáles son las fuentes de contaminación atmosférica.
Una legislación nacional con base empírica puede contribuir a hacer cumplir las directrices sobre la calidad del aire marcadas por la Organización Mundial de la Salud.
El establecimiento de normas de emisión más estrictas para los vehículos, las centrales eléctricas, la construcción y las industrias puede reducir la contaminación.
Celebro que la gasolina con plomo esté siendo eliminada progresivamente en todo el mundo.
También debemos acelerar el acceso a soluciones limpias para cocinar y calefaccionar.
Debemos invertir en energías renovables en lugar de en combustibles fósiles.
Hay que eliminar el uso del carbón.
Debemos pasar a utilizar vehículos de emisión cero.
Si tomamos estas medidas, podemos salvar hasta 150 millones de vidas en este siglo y ayudar a limpiar nuestra atmósfera.
Por ello, trabajemos juntos en este día, y todos los días, para limpiar el aire que respiramos y poder así proteger tanto a las personas como al planeta.